Esquema de Meditación
Postura de Meditación
- Cuerpo
Nos sentamos en una postura cómoda. Estamos relajados
tanto física como mentalmente. Es importante que la espalda esté erguida pero
no rígida, de tal manera que el aire pueda fluir naturalmente hacia adentro
cuando inhalamos y hacia fuera cuando exhalamos.
Es aconsejable mantener los ojos cerrados y las manos se
pueden relajar. Respiramos normalmente. No modificamos, ni alteramos el flujo
natural de la respiración.
- Mente
Cuando practicamos meditación tratamos de estar
conscientes de lo que ocurre en el momento presente. Esta es una meditación de
observación de todo aquello que ocurre en el momento presente y no alteramos lo
que ocurre en el momento presente; simplemente lo observamos con atención.
- Puertas de la
percepción: los sentidos
La mente tiene la naturaleza de estar continuamente
siendo interferida por objetos,
estímulos e información que recibe.
Recibimos estímulos e información a partir de estas
puertas sensoriales y la mente interpreta lo que recibe a través de ellas.
Cuando estamos meditando sentados y tenemos los ojos
cerrados lo que vamos a experimentar son objetos percibidos principalmente a
través de la a través de la puerta del
tacto (Aire); aunque también podemos experimentar algún sonido o algún olor.
Objeto de
Meditación
-Respiración
Enfocamos nuestra atención en la entrada de las fosas
nasales. En esa zona donde podemos observar la entrada y la salida del aire.
Así, cuando el aire entra por las fosas nasales produce una sensación de
contacto o de fricción y esa sensación puede ser detectada si colocamos nuestra
consciencia en ese lugar por donde está fluyendo el aire hacia dentro; y lo
mismo cuando el aire sale, cuando exhalamos, también observamos la salida del
aire.
Se dice que la mente es como un portero que está a la
entrada de un edificio observando a la gente que entra y sale. De la misma
manera, la mente está focalizada en la entrada de las fosas nasales, en la
parte superior del labio, donde puede observar el flujo de la respiración, la
entrada, la inhalación; y la salida, la exhalación del aire.
De igual modo se puede recomendar observar los movimientos
de expansión y contracción del abdomen.Si colocamos nuestra mente en el abdomen
vamos a controlar voluntariamente que
cuando inhalamos el abdomen se expanda y cuando exhalamos el abdomen se
contraiga.
Cualquiera de estas dos formas, en las fosas nasales o
en el abdomen, puede ser tomada como objeto primario u objeto base de
meditación.
Sensaciones
Sutiles
Otro tipo de
objetos que podemos experimentar como objeto base son sensaciones sutiles en
algunas zonas o en todo el cuerpo.
Cualquier sensación, dolor, picor, calor, presión, pueden
ser observadas en todo el cuerpo, podemos sentirlas desde la cabeza a los pies
y de los pies a la cabeza; barriendo desde arriba hacia abajo y luego en
sentido contrario, como un escáner que capta todo a su paso.
Cuerpo
Un tipo de objetos que los meditadores normalmente
encuentran cuando están meditando sentados son sensaciones en el cuerpo.
Algo común en la práctica de la meditación, son las
sensaciones de dolor, entumecimiento o rigidez. Si esto nos ocurre en el
momento presente, colocamos nuestra mente en el lugar donde surge la sensación,
somos conscientes de ello, lo observamos pero manteniendo parte de nuestra consciencia
en el objeto base.
También, podemos experimentar sensaciones de picor en el
cuerpo. Si este es el caso en el momento presente, somos conscientes de ello,
lo observamos y tratamos de percibirlo sin perder la atención a nuestro centro.
Si esta sensación no desaparece y se intensifica, y
necesitamos rascarnos. Seamos primero conscientes de la intención de rascarnos.
Cuando movemos la mano somos conscientes del movimiento. Cuando la mano toca el
lugar, lo observamos, y cuando nos rascamos somos conscientes de ello. Después,
movemos nuevamente el brazo y la mano siendo conscientes del movimiento.
A veces, cuando estamos meditando sentados podemos
escuchar algún sonido o un ruido. Si este es el caso en el momento presente,
colocamos nuestra mente en el oído. Lo observamos, somos conscientes de él pero
manteniendo parte de nuestra consciencia en la respiración.
Mente
Si estamos en el objeto base observando la respiración,
la inhalación y la exhalación, y en el momento presente surge un objeto mental,
por ejemplo, un pensamiento. Vemos el pensamiento sólo como un pensamiento y no
como algo completamente real. En ese momento tratamos de ser conscientes de ese
pensamiento. Lo observamos y cuando el pensamiento desaparece regresamos a la
respiración.
Si cuando estamos observando la respiración nos llega
algún recuerdo, entonces esto se convierte en objeto de meditación. Somos
conscientes de ello, lo observamos y cuando el recuerdo desaparece regresamos a
la respiración.
Si pensamos acerca del futuro, en ese momento tratamos
de ser conscientes de ello, lo observamos y luego regresamos a la respiración.
A veces tenemos imágenes mentales, algo se nos aparece
en la mente. Si esto ocurre seamos conscientes de ello en ese momento. Lo
observamos y cuando esta imagen desaparece regresamos a la respiración.
Otras veces, conversamos con alguien en nuestra mente o
con nosotros mismos. Si esto ocurre en el momento presente, seamos conscientes
de ello. Lo observamos y cuando desaparece regresamos de nuevo al objeto base.
Es importante,
cuando practicamos meditación, no rechazar nada de lo que surge en el momento
presente. No tratamos de quitar de nuestra mente aquellas cosas o experiencias
desagradables o que no nos gustan. No reprimimos, no rechazamos, ni forzamos.
Aceptamos los objetos sensoriales o mentales cuando
surgen, ya sean agradables o desagradables, los observamos, dejamos que sigan
su curso natural y cuando desaparecen regresamos al objeto primario o base.
Es importante, cuando practicamos meditación, no
identificarnos con las sensaciones corporales o mentales. Tratamos de
observarlas tal como son y en la medida en que desaparezcan regresamos al
objeto primario.
Es importante, observar cualquier objeto que sea
prominente en el momento presente. Así cualquier objeto que destaca, ya sea un
objeto sutil o denso, agradable o desagradable, es objeto de meditación.
Es importante, cuando practicamos meditación, que
nuestras observaciones sean precisas, momento a momento, y que no haya brechas
o lagunas entre los instantes de atención.
La atención es el factor o la facultad mental que
protege nuestra mente. En la medida en que tengamos esa continuidad en la
atención nuestra mente va a estar preparada para afrontar los nuevos retos.
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